Qué dice la Biblia sobre visitar a los fallecidos: una mirada desde la fe

La idea de visitar a los muertos es algo que ha sido parte de la cultura humana desde tiempos antiguos. Muchas personas creen que visitar las tumbas de sus seres queridos fallecidos es una forma de honrar su memoria y mantener su legado vivo. Pero ¿qué dice la Biblia sobre visitar a los muertos? ¿Es algo permitido o desalentado en las escrituras sagradas? En este artículo, exploraremos lo que la Biblia tiene que decir sobre este tema y cómo podemos aplicar sus enseñanzas a nuestras propias vidas y prácticas funerarias.
Tabla de contenidos
Deuteronomio 18:10-12: «No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni médium, ni espiritista, ni quien consulte a los muertos. Porque cualquiera que hace estas cosas es abominable al Señor; y por causa de estas abominaciones el Señor tu Dios expulsará a estas naciones de delante de ti.»
Levítico 19:31: «No os volváis a los médium ni a los espiritistas; no los busquéis para ser contaminados por ellos. Yo soy el Señor vuestro Dios.»
Levítico 20:6: «Y la persona que se vuelva a los médium y a los espiritistas, para prostituirse tras ellos, pondré mi rostro contra esa persona y la cortaré de entre su pueblo.»
1 Samuel 28: En este pasaje, el rey Saúl consulta a una medium para que le hable con el profeta Samuel, quien había muerto. Samuel aparece y le anuncia a Saúl su muerte y la de sus hijos. Este pasaje es interpretado de diferentes formas por distintas denominaciones cristianas.
Hebreos 9:27: «Y así como está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio.»
A partir de estos pasajes, se puede concluir que la Biblia prohíbe expresamente la consulta a los muertos, médiums, espiritistas y otros practicantes de la adivinación. Además, se afirma que los hombres mueren una sola vez y después son juzgados.
¿La Biblia habla sobre visitar a los muertos?
La Biblia tiene varios versículos que tratan sobre la muerte y la vida después de ella, pero no menciona específicamente la visita a los muertos. Sin embargo, existen algunas referencias indirectas que podrían interpretarse como una prohibición de visitar a los muertos.
En Deuteronomio 18:11-12 dice: «No permitas que se encuentre entre ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni quien se dedique a la magia o a la hechicería, ni quien consulte a los muertos. Todo aquel que hace estas cosas es abominable al Señor». Esta referencia indica que consultar a los muertos no es una práctica aprobada por Dios.
Además, en Isaías 8:19-20 se puede leer: «Cuando os digan: ‘Consultad a los médium y adivinos que susurran y murmuran’, responded: ‘¿No consultará un pueblo a su Dios? ¿Acaso se buscará a los muertos en favor de los vivos?’. A la ley y al testimonio. Si no hablan conforme a estas palabras, es porque no les ha amanecido». En este pasaje, se sugiere que buscar respuestas de los muertos es inútil, y que en cambio se debe buscar la guía de Dios a través de la ley y el testimonio.
¿Qué dice la Biblia sobre el contacto con los muertos?
La Biblia es clara en cuanto al contacto con los muertos. En Deuteronomio 18:10-12, se prohíbe la adivinación, la brujería, la necromancia y otras prácticas que involucren el contacto con los muertos.
La necromancia es la práctica de comunicarse con los muertos, ya sea por medio de un médium, adivino o cualquier otra forma de contacto. En la Biblia, esto era considerado una práctica pagana y prohibida por Dios.
En Levítico 19:31, se advierte contra los que buscan a los muertos: «No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo soy el Señor vuestro Dios».
En Samuel 28:3-25, el rey Saúl buscó la ayuda de una medium para comunicarse con Samuel, un profeta que había muerto. Sin embargo, esto fue desaprobado por Dios y Samuel reprendió a Saúl por su desobediencia.
¿La Biblia prohíbe visitar tumbas o cementerios?
La Biblia no prohíbe específicamente visitar tumbas o cementerios, pero sí habla sobre la muerte y la vida después de ella. En la mayoría de los casos, se relaciona la muerte con el descanso y la paz.
En Eclesiastés 9:5, se lee: «Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido». Esta cita indica que después de la muerte, no hay conocimiento o conciencia.
Sin embargo, en 1 Samuel 28, se narra la historia de Saúl, quien consultó a una medium para hablar con el espíritu del profeta Samuel, ya fallecido. En este caso, la consulta a los muertos es vista como un acto desobediente y prohibido por Dios.
¿La Biblia enseña que los muertos pueden comunicarse con los vivos?
La Biblia no enseña que los muertos puedan comunicarse con los vivos. De hecho, la Biblia advierte contra la práctica de visitar a los muertos.
En Deuteronomio 18:10-12 se mencionan diversas prácticas prohibidas por Dios, entre ellas la adivinación y la comunicación con los muertos: «No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas».
En Isaías 8:19-20, se enseña que los vivos deben buscar la guía de Dios y no recurrir a los muertos: «Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos? ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido».
¿Qué consecuencias tiene visitar a los muertos según la Biblia?
La Biblia no aconseja visitar a los muertos o consultar con ellos. En Deuteronomio 18:10-12, se prohíbe claramente la adivinación, la hechicería, la brujería, la consulta a los muertos y otras prácticas relacionadas con el mundo de los espíritus.
Deuteronomio 18:10-12 – «No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.»
Además, en Lucas 16:19-31, se narra la historia del rico y Lázaro, en la que el rico muere y es castigado en el infierno, mientras que Lázaro es llevado al cielo. El rico implora a Abraham que mande a Lázaro a advertir a sus hermanos, pero Abraham le responde que tienen a Moisés y los profetas para que crean en ellos.
Lucas 16:19-31 – «Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieran pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. Entonces dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.»
La Biblia prohíbe la consulta a los muertos y aconseja confiar en la palabra de Dios y los profetas. No hay ninguna consecuencia específica mencionada para visitar a los muertos, pero se entiende que es una práctica que no está en línea con los principios bíblicos.